Oaxaca

Creo que ni les avisé que iba a ir a Oaxaca, pero bueno, total que me subí al automóvil más cercano y después de 6 hrs de manejada estaba en tierras Oaxaqueñas.

Lo relevante:

1) Mientras atravesaba la carretera solo veía en el termómetro temperaturas variantes entre los 28° y los 40°, afortunadamente cuando llegué empezó a llover como pocas veces, por lo que bajó a 18°

Pero estimado lector, la temperatura no fue lo angustiante sino las 6 hrs de camino (que según yo eran 5 y como iba a toda velocidad ps menos) Y eso que agarré el atajo de atravesarme por los sembradíos para llegar más deprisa.

2) Fui a ver el árbol del tule que a diferencia de la última vez que fui, no había gente (aunque tal vez fue porque llegué como a las 8am). El árbol sigue igual de mono que ni se le notan sus +2000 años.

También en el árbol vive cantidad de pajarítos.

Aunque no como estos, que son de un restorán
en el que venden enchiladas con tasajo delicious.

 

 

3) La razón de ida a Oaxaca fue para ir a misa (sí, sí aunque ud. no lo crea) Era la misa de un padre que cumplía 50 años de ser padre. Total que la misa fue en su iglesia profana en la que “San Juan Diego” le ofrece piedritas a la virgencita porque en Oaxaca no crecen rosas, puras piedras.

Frente a la iglesia hay un parque simpático en el que la gente va a hacer sus ejercicios por la mañana y tiene esculturas de leoncitos que me parecieron simpáticas

Y ya, después de la fiesta con mezcalito y helado de mango que ofreció el padre me regresé a mi pueblito.

Este viernes salgo para Puerto Peñasco, que es un pueblo del mal porque creo que se llega más fácil de gringolandia. Pero bueno, hago escala 2 noches en Hermosillo, ahi les cuento luego que tal.

 

Como pilón les dejo el legítimo caucho no tóxico que endurece como Borracha: